El Palacio de las Lágrimas, una vez un pabellón de cruce fronterizo de vidrio y acero durante la Guerra Fría, era un lugar lleno de tristeza cuando los berlineses orientales tuvieron que despedirse de familiares y amigos que visitaban Alemania Occidental. Esta exhibición, que presenta objetos originales como las atestadas cabinas de control de pasaportes y un sistema de disparo automático fronterizo, fotografías y filmaciones históricas, relata los dolorosos efectos de la división en la vida de los alemanes de ambos lados de la frontera.